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LA GENERACIÓN PERDIDA

Los mandatarios sudamericanos que llegaban a España en los años ochenta a visitar las instituciones de la recién inaugurada democracia recuerdan que veían desde el coche camino del Aeropuerto de Barajas una ciudad destartalada con bloques de ladrillo y cemento, vehículos de baja gama, edificios, tiendas y servicios de similar estampa y presencia a los que podrían encontrarse en Bucarest o en Atenas, muy lejos desde luego del posmodernismo que podían inspirar ya ciudades como Caracas o Buenos Aires ya por entonces. En un aula de primero de bachillerato cuarenta y tres chicos estamos matriculados en un centro que no dispone ni de laboratorio, ni de aula de música, o idioma, ni del más elemental espacio polideportivo. Una foto de nuestro vestuario o material hablaría por sí mismo. Las cifras de paro son ya entonces superiores al veinte por ciento.

Una generación después, dos según el criterio de los noventayochistas, la impresión que causa Madrid en los delegados de la conferencia iberoamericana de 2007 es bien distinta: Riqueza y Bienestar, las cifras del PIB disparadas, una máquina que engulle inmigración, Aznar  se pavonea junto a Bush en las Azores, o en las reuniones del G 12 presentando su candidatura al G 8. ¿En qué sois fuertes los españoles? Cars contesta Aznar. Efectivamente, España es uno de los principales productores de vehículos (de baja gama) que exporta a Europa. Se ha beneficiado de las inversiones extraordinarias del enorme capital privado que ha aterrizado en la gran fiesta, también del dinero de las instituciones europeas con el que se han renovado las infraestructuras, pero fundamentalmente de la fiebre urbanística que ha alicatado todo el litoral y que impulsada por la ley del suelo de Aznar ha generado un pulmón que bombea cemento y crea un enorme tinglado que parece no tener fin.

Marx señala que la repetición es el ser de la historia, Arrighi lo explicita bien cuando describe los ciclos de la historia que corresponden a la dinámica propia del capital: primera fase produzco mercancía, obtengo dinero y compro otra mercancía, M-D-M, segunda fase D-M-D´ donde el objetivo es reproducir capital importando una mercancía de otro productor o de otro país, tercera fase de pura especulación monetaria o rentista D-D´. El juego tiene este guión que se repite salvo que una mano visible y reguladora sea capaz de contenerlo o de compensar los cambios logrando retornos parciales. Dicho de otra manera hace falta una clase política que sepa controlar los excesos y prepare las siguientes partidas, es preciso que los agentes no lo sean de enriquecimiento rápido y de hacer saltar la banca, y sobre todo es preciso que todos los participantes cumplan las reglas. Los ciclos se repiten y la primera repetición es trágica, pero ella misma libera lo que encadena en una segunda que ya es cómica, burlesca, tragicómica.

Pinchada la burbuja monetaria el dos veces ministro Montoro afirmó que no había sido tan malo pues los españoles nos habíamos enriquecido y eso sólo es cierto en parte: algunos pocos poseen muchos pagarés, los demás tienen que hacer frente a esos pagos. La generación que vio crecer como de la nada un mundo feliz tiene que pagar ese decorado de cartón piedra durante el resto de su vida. Y mientras contempla la magnitud de la estafa ve como se derrumban paso a paso los pedacitos de la torre de babel que admiró el mundo. El bucle de la historia resetea de nuevo y todo vuelve a comenzar: todo lo deprisa que se levantó el coloso, así cae hecho pedazos. Hemos asistido a la arrighiana segunda fase de deslocalización con el estupor y descontento callejero que supuso el cierre de fábricas, el desmantelamiento de la economía productiva en los años ochenta; la crisis financiera de la primera década del siglo ha mostrado el canto del cisne de un ciclo que termina. Una vez digerida la carnaza o finalizado el sepelio, lo que será más tarde que pronto, se volverá a empezar la partida, el joker volverá a dar cartas, ausentes los superhombres de la ética que quizás pudieran poner coto al juego, dignificando la economía.

Por el camino de ese retorno sólo queda una generación hipotecada por los fastos que son ya ruinas vivas, huellas de nuestra temeridad nacida de nuestra avaricia desmedida, una naturaleza destruida por la generación que ha devorado más recursos en la historia, la cultura devenida de nuevo a su grado cero, la educación próximamente en niveles de aquellos años donde cuarenta y tantos nos hacinábamos en clases.

Este es el auténtico espíritu de la marca España, jugar a este juego una y otra vez sin gestores sino mercachifles, sin ciudadanos sino depredadores, sin políticos sino ladrones, sin empresarios sino destripaterrones: Más escuela y más despensa insistía Joaquín Costa hace más de un siglo. Feijoo clamaba contra la superstición de los pobres y la avaricia de los poderosos, Goya pintó los desastres de un tiempo que ojalá no se repita al pie de los trazos que maravillosamente pintó. Los españoles siempre han tenido una relación especial con su territorio, nunca hemos sido los ocupantes de un territorio justo pues por defecto o por exceso hemos vivido o divididos o exiliados, o bien hemos emigrado para trabajar, o bien nos hemos sentido extraños en nuestra propia casa, en ocasiones invadidos y literalmente desaforados, nuclearizados por el centro, o centrifugados. Esta lección que la historia nos repite a los españoles es la que debemos inculcar también a la generación hipotecada y perdida que tiene por delante que pagar la deuda contraída por culpa de los perdedores vendepatrias que esperan al acecho el momento de insert coin, una hipoteca brutal y masiva a la altura de nuestras propias marcas pretéritas y futuras: también nosotros quisimos conquistar el dorado.

Alberto Navarro. Profesor de Filosofía.


ARBEIT MACHT FREI

Es curioso cómo uno de los periódicos principales de España me ha recordado una idea que tuve hace tiempo, una idea ciertamente macabra. Hablo en este caso de las peligrosas declaraciones que el Fondo Monetario Internacional, acaso la mano que mece la cuna y no la panda de ineptos que dicen liderarnos, ha realizado acerca del supuesto “riesgo de que la gente viva más de lo esperado”.

La idea que subyace debajo de estas declaraciones corta el aliento. Tiempo atrás me planteé acerca de una cuestión moral similar, sin llegar a ninguna respuesta como suele pasar en este tipo de preguntas. Y ésta es hasta qué punto puede aguantar el sistema actual el aumento de la esperanza de vida. Es un hecho, y no tanto una opinión, que nos enfrentamos en España a uno de los momentos con mayor envejecimiento de la población y, si bien ahora se envejece más avanzada la edad, en la vejez las capacidades y aptitudes se ven seriamente mermadas desde un punto de vista laboral, que parece que sea el único en este loco mundo. Después de esto, me venía a la mente si el sistema, dada la circunstancia, consideraría un lastre para sus intereses esa población inactiva.

Sin embargo, yo mismo me espantaba al poco de tener estos pensamientos. Si alguien como yo había pensado una cosa tan horrible, ¿no sería posible que cualquier otro en cualquier otro lugar pensara de forma igual o parecida? Y es más, ¿que lo llevara a cabo?

Al asimilar la gravedad de esta noticia no puedo evitar quedarme de piedra al ver que unas pocas palabras ya han abierto el debate y una vez un debate se expone, probablemente encuentre respuesta. Una de las verdaderas preocupaciones que debería afligirnos es si cuando esa respuesta se tome nosotros seremos la parte inactiva y vieja de la población, y qué se opinará de nosotros.

Estas declaraciones, desgraciadamente, iban más allá. No sólo planteaban la cuestión, sino que arrojaban un poco de luz sobre la tendencia que quieren llevar en los siguientes años. Y es que el FMI se aventura a ofrecer a los gobiernos el camino a seguir (o a imponérselo si los consideramos la batuta que pone y dispone), plantean anular las prestaciones a ese sector de la población para no aumentar esa esperanza de vida y, por si fuera poco, aumentar la edad de jubilación (no conozco ninguna persona que por trabajar más viva más años). La asepsia de su mensaje y la crueldad de sus palabras pueden hacer brotar nuevas preguntas en nuestra cabeza, ¿es correcto descubrir nuevas formas de aumentar la esperanza de vida de los seres humanos, teniendo en cuenta que de forma natural estamos destinados a vivir una media de cuarenta años? ¿O por el contrario simplemente debería dedicarse a la mejora de la calidad de vida en el transcurso de la misma?

Como casi todas los nuevos debates y preguntas que están surgiendo, y surgirán, en estos años uno ha de buscarse su propia respuesta y, desde luego, el tiempo pondrá las cosas en su sitio. De forma personal, lo que verdaderamente me acongoja es cómo banalizan su mensaje, y lo oscuro del propio tema pues, ¿no será que estamos volviendo a planteamientos deshumanizados como soluciones a épocas de tremendas crisis? ¿No será que estos planteamientos eran el gas que silenciaban las duchas de Auschwitz?

Adrián Flor. Estudiante de filología hispánica y poeta


LA LUCHA

Es sabido que las épocas de crisis se deben fundamentalmente a que lo antiguo, las estructuras del pasado, no dan paso a lo nuevo y se produce un terrible colapso que sólo puede solucionarse cuando la balanza se equilibre de nuevo.

Es conocido que en los anales de nuestra cultura se encuentra ya el prejuicio arraigado de desprecio hacia el devenir y el cambio, y la nefasta tendencia a anclarnos en una situación ficticia que garantice una comodidad, al menos para unos pocos.

Obvio es explicar la inclinación a la racionalización totalitaria en el pensamiento de Platón ( y, por tanto, en nuestra propia cultura), frente a la incipiente democracia griega y sus anhelos de libertad e independencia por parte del pueblo.  Él mismo reconoció que la preocupante tensión de clases sólo podría solucionarse mediante la imposición de un orden social estricto y la reubicación de esa masa reivindicativa que no acababa de entender cúal era su auténtico lugar en la sociedad.

Esa lógica de la lucha de clases que ya reconocía el pensador griego y que sin duda Marx explicitó de forma más lúcida y sistemática en los tiempos modernos, vuelve a manifestarse con mayor evidencia en la actualidad.

La crisis que se está viviendo hoy por hoy en Occidente se debe a la lucha entre esas dos clases sociales y entre las dos mentalidades antagónicas que ambas representan.

Va a ser la lucha entre aquellos que creen todavía en la libertad y la igualdad humanas, y aquellos que únicamente desean mantener sus privilegios de clase a toda costa.

Es una lucha ideológica en toda regla. Dos mentalidades antitéticas en lidia, jugándose el diseño y la realidad de la sociedad futura. Como diría Nietzsche, dos perspectivas del mundo opuestas que se enfrentan por imponer  su «Voluntad de poder» y su valoración respecto a la vida.

El primer asalto ha comenzado. Los detractores del cambio progresista, que aplauden el status quo y sueñan con la involución hacia paraísos atávicos, parecen llevar la delantera y ganar este primer round. Ello supone un recorte en la libertades y una progresiva imposición de una manifiesta hipocresía social y moral, que se ensaña con los vicios ajenos mientras hace la vista gorda respecto de los propios. Al fin y al cabo, ellos sólo reconocen que unos pocos deban tener acceso a una vida digna, y los demás son un exceso que cabe mantener siempre y cuando sean conscientes del lugar que les corresponde. La libertad no tiene sentido cuando se trata de la libertad del pueblo, de la mayoría, sólo de los privilegios y la soberbia de un grupo que siga controlando las riendas de la sociedad.

Así pues únicamente hay dos salidas para esta crisis (como siempre ha sido así, por otro lado..): O bien se resuelve dando un paso hacia adelante, siguiendo la tendencia natural, y aceptando el impulso de las nuevas generaciones formadas que mayoritariamente quieren libertad y una sociedad más tolerante y menos represiva, o bien se impone la voluntad de esa minoría poderosa, que requiere para su subsistencia privilegiada de una censura rigurosa y una opresión ideológica de nuevo en el pueblo.

Poco a poco los cambios comienzan a materializarse, dejando de ser meros postulados teóricos o intuiciones  presumibles, a decretos ley que regulan la vida social y condicionan una nueva dinámica social y personal. No es pues una mera cuestión económica, de reajustes de presupuestos y  tijeretazos más o menos asumibles, sino de la imposición sistemática de unos valores y el triunfo de una óptica vital ( tremendamente egoísta y desaprensiva) que mediatiza a las personas y las cosifica con una facilidad que resulta bochornosa.

Kant hablaba de «La insociable sociabilidad del hombre» como esa condición de constante lucha que se da en el ser humano, entre los sentimientos de rivalidad y egoísmo y los de empatía y comunicación respecto de nuestros congéneres. Hay épocas en que el fino equilibrio entre esas naturales inclinaciones se mantiene firme, y la vida es más fácil y estable; sin embargo, también llegan las épocas de crisis, donde la lucha se inicia. Sin duda, ésta es una de ellas.

 

Ainhoa Elisei Ortiz, profesora de filosofía  

 


UNA BALA SE ALOJÓ EL OTRO DÍA EN LA CABEZA DE UN PENSIONISTA GRIEGO…

…Y algo ha brotado en las nuestras. No indican su nombre en la mayoría de los diarios. La premisa está clara, ese hombre representa algo más que a sí mismo. Ese hombre es toda la desesperación de todas las personas que gritan. Un triste altavoz para ese llanto que, ojalá,  no hubiera tenido que usarse.

No es difícil establecer conexiones con esta famosa imagen del monje budista de Thích Quảng Đức suicidándose a lo bonzo con tal de defender los derechos de su comunidad frente a la opresión vietnamita, es inquietante verlo tranquilo y reposado, como si estuviera en paz consigo mismo. Recientemente, hemos podido ver muchos casos de monjes a lo largo de Asia que recurren a esta técnica como última vía de defensa.

 

Y cuando la idea del suicidio simbólico se convierte en la última vía para conseguir unos fines ¿a qué se reduce entonces la importancia de la vida? Actos como éste nos invitan, sin ninguna duda, a cuestionarnos cuál es realmente el valor de una vida humana. Estos “mártires” prefirieron una muerte voluntaria a una vida en deshonor, si es que eso existe. Lo que sí está claro es que dijeron NO a una vida bajo el miedo y la opresión o, en el caso del suicida griego, a la humillación de verse registrando cubos de basura, o lo que es lo mismo, verse convertido en un perro o una rata, o en otras palabras, perder tu propia identidad.

Sin embargo, la peonza ya ha salido lanzada por la mano que mece la cuna, sea cual fuere, y no hay marcha atrás. El mundo sigue girando impasible a estos acontecimientos y esa impasibilidad hace preguntarse muchas cosas sobre el significado de nuestras acciones, sobre su repercusión, si la hay.

Una bala fue disparada el otro día y ya no hay quien la pare. Una vez leí, no recuerdo dónde, que un suicida es un asesino cobarde. No lo comparto pero, partiendo de esa idea, es probable que una vez se ha disparado el gatillo de forma cobarde la línea se ha cruzado y no costará mucho tiempo para que aparezca algún “valiente” que dispare otra bala y esa vez la cabeza que la aloje no será la de un suicida. Y cuando se cruza la línea de la escapatoria por el suicidio la geometría de las reglas se transforma en la curvatura del caos y, entonces, todo es imprevisible.

Adrián Flor. Estudiante de filología hispánica y poeta

Post scriptum:

Un jubilado griego sin dinero se suicidó el miércoles de un disparo en las afueras del Parlamento en Atenas, diciendo que se negaba a mendigar comida de la basura, tocando una fibra sensible a los habitantes de un país que están cargando con el peso de la crisis económica. en la imagen del 4 de abril, varias personas depositan flores y encienden velas en el lugar del suicido, en la céntrica plaza Syntagma de Atenas.

Foto y texto extraído de Terra Noticias, Jueves 5 de abril.


TOMEMOS LA HUELGA EN EDUCACIÓN, HUELGA DE MAESTROS/AS Y PROFESORES/AS

En Marea Verde pensamos que la convocatoria de huelga general para el próximo 29 de marzo, debe ser una excelente oportunidad para que el sector educativo dé un salto hacia delante en el camino de la organización que empezó hace ya unos meses desde que estalló la primera Marea Verde. Estamos convencidas de que necesario organizarse para hacer frente a la  crisis y a las fórmulas neoliberales que de forma autoritaria se están imponiendo y que somos nosotras/as trabajadoras/es de la educación quienes debemos empezar a coger las riendas de la crítica y la gestión de la educación desde abajo a la vista de que desde arriba el único proyecto claro que se vislumbra es el de, literalmente, vender la educación.

Es este un momento muy especial en el que se hace imprescindible actuar de forma conjunta saliendo de la lógica individualista que hemos absorbido y de la que tanto nos cuesta salir. Nos queda elegir entre seguir atomizados sin mirar más allá de intereses familiares asumiendo una vida cada vez más restringida de derechos y oportunidades, o bien, siguiendo la propuesta que se lanzó en el 15M, empezar a pensar de otra manera, a partir de comprender  que la mejor manera de defender los intereses es darnos cuenta que todos tenemos los mismos y por eso mismo es necesario juntarnos y actuar aplicando la lógica de lo colectivo.  Por eso es necesario animar a quién sopesa demasiado el coste monetario de la huelga transmitiendo la alegría de salir del individualismo y las posibilidades de concebir de forma común un futuro distinto al que nos están obligando a aceptar.

Es hora de preocuparnos todos por todos, y no sólo entre profesorxs y maestrxs: la avaricia del 1% está complicando gravemente la vida de cada vez más personas. Nos están contando un cuento, el de la necesaria austeridad, el de los recortes necesarios, que nadie mínimamente informado se puede creer ya. Son nuestros derechos, nuestras condiciones de vida, las posibilidades de disfrutar de una vida feliz, lo que está siendo seriamente atacados y solamente de manera conjunta, saliendo de nuestra casa y mostrando interés por los asuntos comunes vamos a poder defendernos. Vayamos a la huelga, pero también a las asambleas, juntémonos, organicémonos, juntxs podemos, demostremos como educadores que somos que la vida se defiende porque merece la pena ser defendida.

Guillermo Valenzuela, profesor de Física y Química en eduación secundaria y miembro de Marea Verde Aragón.


MÁS TONTOS, MÁS TRISTES, MÁS POBRES

MÁS TONTOS. Para evitar el fracaso escolar, para que la educación nos ayude a salir de la crisis recortemos su presupuesto. Eliminemos los programas educativos que atienden la diversidad de los alumnos. Aumentemos la ratio en las clases. Contratemos menos profesores. Cerremos los centros de formación de docentes. También sería bueno devaluar definitivamente la educación, perpetuar la idea de que su único interés reside en dar títulos a fin de aumentar un currículum que nos dirija directamente al mercado laboral. Así, podremos reproducir la mentalidad de buena parte del 80% de los parados en 2008, gente sin formación básica, primeras víctimas de la crisis, víctimas también de este equívoco. Si puedo conseguir trabajo para qué voy a estudiar. Era el momento del ladrillo y sus ofertas, de la bonanza económica y sus oportunidades laborales.

MÁS TRISTES. Para disfrutar de buenos productos culturales que nos lancen preguntas sobre nuestra condición, para propiciar creaciones artísticas que nos hagan gozar del placer estético calculemos su valor en relación a su rentabilidad económica, o mejor, a su rentabilidad política.  No compremos más libros para las bibliotecas municipales o de barrio. Eliminemos los premios literarios. Suprimamos los programas de fomento de lectura. Reduzcamos las subvenciones y becas para artistas. Jibaricemos los presupuestos de los festivales culturales. Pensemos que todo eso no contribuye al ahorro, ni va a rendir en puestos de trabajo, ni en P.I.B., y, lo que es peor, ni en votos. Reproduzcamos la estrategia de crear grandes edificios culturales, hagamos expos y ciudades del cine, del teatro, de la ciencia, que doblen o tripliquen su presupuesto inicial como en los años anteriores a la crisis. Era el momento de la especulación urbanística y sus grandes negocios a la sombra de estos proyectos.

MÁS POBRES. En definitiva acabemos con la riqueza cultural. En la época de la globalización es el único patrimonio de España y Europa, que nos diferencia respecto a otras civilizaciones. Igualémonos. Hablemos solo de rentas, de mercado laboral, de costes de producción, de ganancias o de competitividad. Que ese sea nuestro único y excluyente discurso.

Se me olvidaba. Postulémonos para organizar las olimpiadas de 2020, pero cambiemos el lema por MÁS TONTOS, MÁS TRISTES, MÁS POBRES.

 Sergio Gómez García. Profesor de filosofía en educación secundaria.

IMAGEN: Desalojo policial en la protesta pacífica en el encierro de la biblioteca Río Segura de Murcia. Se trataba de un encierro pacífico en protesta por los recortes que están llevando al cierre de bibliotecas (lo que se traduce en despidos de trabajadores, baja calidad del servicio cultural, reducción de los espacios de estudio, etc).


PRIMER SÍNTOMA : AUTISMO

Hay lógicas que se imponen con una belleza que debiéramos admirar.

Lógicas que son poderosas, categóricas, racionales y que consiguen reconfortarnos en lo más profundo, mientras a continuación seguimos con nuestras vidas.
Su exigencia es mínima : La comprensión no es necesaria. Si acaso una tímida confirmación, y el pacto se habrá sellado.
A cambio se nos recompensa con códigos monótonos y cercanos, contextos estancos y ligeros e inteligentes diálogos.
Los tiempos que vivimos son así, sino no serían tan oscuros. Todo debe ser relativo, porque sólo la lógica del conjunto puede ser absoluta. Y esa verdad la asumimos con devoción a diario.
La consecuencia inmediata es el Autismo: El individuo encuentra múltiples formas de evadirse de la realidad y saborear su encapsulamiento.
Nadie se atreve a cuestionar una narrativa en la cual participan y, a sus pies, el mundo sigue deslizándose silenciosamente.
Sólo así se explica que, mientras la mitad de la población rumia, casi con vergüenza, su frustración acerca de un futuro cada vez más incierto, la otra mitad charle animadamente en las terrazas soleadas de la ciudad de Valencia.
De esta forma se entiende también lo fácil que resulta hoy en día objetivar a las personas hasta reducirlas a un simple medio para nuestros intereses y pasar página con una rapidez bochornosa cuando algo deja prematuramente de importarnos.
La narrativa se impone. Siempre lo ha hecho. Pero la narrativa actual es especialmente opaca. Juega al despiste. Condiciona hasta lo más mínimo, sin que nadie sea consciente de la pesada carga que soporta.
Las conductas se vuelven automáticas, las interacciones predecibles. Y el lenguaje, mecánico e irónico, deviene el instrumento fiel de la verdad que transmite.

Hay lógicas que se imponen con una fuerza que debiéramos admirar.

Diluyen las dudas y aclaran las ideas. Despejan el camino durante un tiempo, el suficiente para que el resto le estemos en deuda.
Sin embargo, a pesar de todo hay veces que nos gustaría alejarnos un poco, liberarnos de ese peso y tomar aire. Imaginamos cómo serian las cosas si así lo hiciéramos y entonces nos apetece sujetar el tiempo para que no se escape.
Vivir en Valencia, hoy por hoy, implica una lucha constante frente a esa inercia invisible que todo lo impulsa.
La única resistencia posible es en grupo, aunque sea fácil caer en la tentación de perpetuar la misma dinámica y buscar espejos de uno mismo que reproduzcan los monólogos ya conocidos.
Arriesgarse, rebelarse hoy, pasa por reconocer la diferencia y estar dispuesta a admitirla; por recuperar las ideas ( tan denostadas durante demasiado tiempo) y obligarlas a que reconduzcan nuestra vida de una forma más consciente, crítica y reflexiva; pasa por dejar el ego a un lado y probar a dar una oportunidad a lo nuevo.
Rebelarse, hoy por hoy, significa atreverse… y ser consciente de que no va a ser fácil. Si no continuaremos atrapados en la misma maraña de mentiras, prejuicios y clichés que rigen peligrosamente esta sociedad y que la están convirtiendo en un espacio vacío, incómodo y cínico.
La situación está llegando a unos límites que exigen sentido crítico por parte de todos. La presión económica ejercida sobre la clase trabajadora comienza a ser ya inaguantable.
Al menos parece que gran parte de la población está superando el autismo infantil y que exige algo más a la vida, que es capaz de exigirse algo más a sí mismos.
Demos tiempo al tiempo. Hagamos lo que debamos hacer, porque la partida no ha hecho más que empezar… y mucho está en juego.

Ainhoa Elisei Ortiz, profesora de filosofía y valenciana.


CORRER EN OTRO SENTIDO

     Hace pocos días saltó a la prensa una notica curiosa, sobre todo en estos tiempos en que a la educación pública le llegan mordiscos presupuestarios y descrédito en favor de la educación privada y, no digamos, privada-concertada. La noticia era que un colegio privado, privadísimo, y exclusivo, exclusivísimo, había sido embargado; aunque en realidad lo que se le embargaba eran cuatro balones, unos pupitres con sus sillas y algunas pizarras. A todas luces, algo inadmisible, intolerable, dejar a los alumnos sin clase, sin pizarras, sin educación… Así al menos eran las primeras impresiones, las primeras informaciones al respecto.
Pero comienzan a aparecer más datos: el Colegio Santa Illa, “colegio tradicional inspirado en el futuro”, según reza su página web, acumula deudas en concepto de cuotas de sus trabajadores a la Seguridad Social desde hace 20 años y por un valor de casi un millón de euros. El agujero es considerable. Pero bueno, toda empresa, si defrauda, ha de ser castigada. Veinte años y casi un millón de euros. Bien por el juzgado de lo contencioso-administrativo número 19 de Madrid, que fue el órgano que autorizó a los funcionarios de la Tesorería General de la Seguridad Social a ejecutar el embargo. No obstante, ¿tras 20 años y precisamente ahora? Y además ¿no es un poco raro que se llevara a cabo un día de clase, con las aulas llenas y con cobertura mediática? Qué casualidad, había cámaras de diferentes medios de comunicación presentes.
Quizá no sea tan casual. Porque tras la aparición ante los medios de esas compungidas madres, el embargo se ha paralizado dejando al colegio como custodio de los bienes, y la Consejería de Educación ha asegurado que los alumnos no se quedarán sin clases. Pero cabe preguntarse ¿tan necesario es ese centro educativo? Es decir, ha quedado patente que ese colegio privado es deficitario, no funciona. La solución sería distribuir a los alumnos en la red de centros públicos que sí funcionan, si no ahora, inmediatamente (por las instalaciones que sería necesario habilitar), sí el próximo curso. ¿A qué pequeño empresario, a qué autónomo se le permite ejercer su actividad debiendo casi un millón de euros? Seamos maquiavélicos y pensemos que el siguiente paso es ayudar a ese centro con dinero público (de hecho, si se le permite funcionar sin pagar la Seguridad Social de los profesores, ya se le está financiando con dinero público). Seamos maquiavélicos y pensemos que es un paso más hacia la privatización de la educación pública, y si no, véanse las noticias al respecto.
Y es que estamos viviendo días en que los pilares básicos de ese tan traído y llevado estado de bienestar están siendo socavados. Ahí están los porrazos repartidos en Valencia a los alumnos de Educación Secundaria y Universidad por pedir calefacción en el aula mientras en el ente político se despilfarra el dinero a manos llenas. ¡Qué mala es la policía! Un momento: la policía, los antidisturbios, se comporta como los políticos, los que mandan, le deja comportarse. Es decir, si desde la Delegación del Gobierno se les dice a esos muchachotes forrados y emporrados (de porra) que no se reparte estopa, no hay porrazos. ¿Entonces? ¿Se ha vuelto loca Paula Sánchez de León, Delegada del Gobierno en Valencia? Seamos, de nuevo, maquiavélicos y pensemos que quizá sea otra de una serie de maniobras dirigidas a fomentar la crispación social y, con ello, abonar el proceso de privatización de los sectores que coadyuvan al bienestar social. Nuestros políticos, los actuales y los pretéritos, llevan ya orquestando unos cuantos ataques al ciudadano mediante el divide y vencerás: hace unos meses fue aquel “los profesores son unos vagos”; luego vino el “los funcionarios no deben quejarse porque son unos privilegiados”, léase privilegio como el desempeño de un trabajo en condiciones dignas, cosa de la que habría mucho que hablar; y ahora, mientras la indignación de la gente de la calle se dirija hacia la policía, no se culpa a los políticos. De hecho, las consignas en las movilizaciones de protesta van en ese sentido: contra la policía, no contra la clase política ni contra los especuladores bancarios, que son quienes, en el teatro financiero mundial, han dirigido un drama que amenaza acabar en tragedia. Crispación social, río revuelto, enfrentamiento; y si no, el muy medieval y católico no he de quejarme que siempre hay quien está peor que yo.
En conclusión, si intentamos informarnos con perspectiva y con mirada crítica, estos pasos que dan los dirigentes –multinacionales, banqueros, políticos– son más bien zancadas hacia ese “los ricos, más ricos; los pobres, más pobres” al que parece estar siendo empujada nuestra aldea global. Habrá que correr en otro sentido.

Francisco Acero Yus, profesor de lengua y literatura en educación secundaria.

PARA MÁS INFORMACIÓN:

http://ecodiario.eleconomista.es/educacion/noticias/3772461/02/12/el-colegio-santa-illa-acumula-20-anos-de-deudas-con-la-seguridad-social.html
http://www.santailla.com
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/temadia/la-dga-revisara-convenio-de-concertada-para-darle-mas-dinero_734932.html


LA TIRANÍA DE LA MANO DERECHA

“Al principio eran 30 niños y con un poco de mano izquierda se habría solucionado” Profesor del IES Lluís Vives, extraído de el Periódico de Aragón.

Paula Sánchez de León ha dado una lección a todo el país del uso de la mano derecha. Aquí la distinción entre izquierda y derecha no es ideológica ni partidista. La primera es para la negociación, el diálogo y la tolerancia, la segunda es para la coerción, la represión y la imposición. El uso de la fuerza para controlar, coaccionar y en definitiva acallar, es un método totalitario. Éste es contradictorio con la democracia donde la violencia del Estado tiene como único fin la defensa de los derechos del ciudadano. La actuación de la policía en Valencia ha sido brutal, desproporcionada y con el objetivo de impedir las libertades como todos hemos podido ver. Esto me hace pensar que la decisión de la delegada del gobierno de cargar contra los estudiantes naciera de una sensación de autoridad absoluta, de despotismo y de superioridad sobre el pueblo. Los golpes de la policía hacia los estudiantes son expresión de dominio. Si la democracia queda sólo en la elección de representantes y no se acompaña con el control de la ciudadanía hacia los gobernantes ésta se convierte en tiranía de la mayoría. La mayoría habla y la minoría calla. La mayoría golpea y la minoría recibe. Recibe la manipulación informativa en Canal 9; la vuelta de Barberá y Camps en Ferrari al circuito de Cheste; la corrupción y la burbuja inmobiliaria, disciplinas afines en que la Comunidad Valenciana es campeona mundial; los aviones que no van a despegar del aeropuerto de Castellón;  “yo me pago los trajes, claro que me pago los trajes”; la política de fiestas, fastos (gastos) como la copa américa o el circuito urbano de fórmula 1, que tan buenos clientes crea a nivel político pero que lleva a la ruina a todo un pueblo; la impunidad en los tribunales de políticos que un segundo antes de la foto finish se iban a declarar culpables. Los estudiantes del Lluís Vives han recibido, además, la inmovilidad de un pueblo que o desencantados hacia la política, o divididos en la izquierda o, simplemente, acomodados tras el milagro valenciano del ladrillo no han ejercido su responsabilidad de manifestarse, votar y proveer la necesaria alternancia en democracia.
Espero que esta primavera valenciana sea una lección de mano izquierda hacia toda la población. Espero la dimisión de la delegada del gobierno en Valencia pero ésta no será suficiente si en la política valenciana sigue imperando la mano derecha, el autoritarismo del que manda y el letargo de quien obedece.

Sergio Gómez, profesor de filosofía en educación secundaria.


NUEVO CONCEPTO MINISTERIAL DE EDUCACIÓN

la cuestión de la educación de 0 a 3 años. Se lo voy a decir con toda franqueza, señora Fernández Davila, yo creo que eso no es educación, creo que es básicamente conciliación.
José Ignacio Wert Ortega, MINISTRO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE

A estas alturas, cuando la psicopedagogía y nuestra propia experiencia reconocen la importancia de la educación en los primeros años de vida, el ministro de educación se permite volver sin pestañear al tratamiento asistencial de la educación infantil, como si pudiésemos dudar de las posibilidades de aprendizaje en esta etapa. Nosotros, los educadores, no dudamos de estas posibilidades.
Si de todo esto no tiene ni idea, me da miedo lo que nos espera.
En el caso contrario, lo ha dicho conscientemente. Y lo ha dicho, quizás, con la esperanza de que las familias no esperen mucho de la educación pública en el primer ciclo y comprendan que, en una época de presupuestos de educación de economía de guerra, es suficiente con un lugar donde sus hijos estén guardados y atendidos mientras ellos están trabajando en las condiciones que la nueva reforma laboral les brinda. No hay de qué preocuparse, se irán a trabajar mientras están bien guardados; y si quiere algo mejor, páguelo. Quizás haya sido con el deseo de que nos creamos que es legítimo que las administraciones públicas no tengan esa etapa educativa en suficiente consideración y puedan retroceder en el derecho a una educación pública de calidad, en la que sin duda ya había muchos aspectos que mejorar.
He recordado el gran entusiasmo con que aparecieron en la prensa autonómica diversos artículos con textos sin más información que la de la pagina del Departamento de Educación: Aragón lidera un proyecto para mejorar la educación de 0 a 6 años: “este proyecto tiene como objetivo centrarse en la enseñanza de 0 a 6 años para conseguir un sistema más eficaz e innovador en esta etapa temprana y así obtener herramientas para disminuir el fracaso escolar en las aulas, ha señalado la consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte, Dolores Serrat”. Promover proyectos privados de investigación educativa en Educación Infantil con dinero público y decir que el primer ciclo no es educación resulta cuando menos ilógico.
Dejando a un lado el innecesario debate sobre la educabilidad en esta etapa, he pensado que quizás se esté opinando y actuando de forma diferente según si el ámbito es público o privado. Esto lleva consigo recortes en educación pública, su marginación y el detrimento de un derecho fundamental, mientras que se favorece lo privado, la mercantilización de la educación y un nuevo retroceso en los derechos sociales.
En el mejor de los casos, repito, el ministro de educación no es consciente de todo esto y debería dimitir por no estar cualificado para su cargo y carecer de la formación adecuada para sus funciones.
En el peor de los casos, será mejor que leas, te informes, pienses y saques conclusiones por ti mismo.
No me preguntes por qué me movilizo, pregúntate por qué no lo haces tú.

Para más información:

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10 colegios de Madrid implantan un programa de adiestramiento neoliberal


http://www.heraldo.es/noticias/aragon/la_dga_176128_300.html
http://www.heraldo.es/noticias/aragon/aragon_lidera_proyecto_europeo_para_mejorar_ensenanza_6_anos_169521_300.html

Lorena Hostalot, maestra de educación infantil.